El telescopio espacial James Webb, lanzado por la NASA, permite estudiar atmósferas de exoplanetas y buscar signos de vida en mundos distantes. Sus potentes instrumentos han empezado a enviar imágenes y datos sin precedentes que revolucionarán la astronomía.
Los científicos esperan identificar moléculas como agua, metano y oxígeno, lo que podría indicar condiciones para la vida. La misión es un paso histórico para explorar el cosmos y comprender el origen y evolución de los planetas.
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